Alimentos congelados vs. frescos: ¿son igual de nutritivos?

En muchas cocinas familiares aún persiste la idea de que los alimentos frescos siempre son mejores que los congelados. Pero, ¿es realmente así? En este artículo queremos ayudarte a entender las diferencias entre ambos y desmontar algunos mitos sobre la congelación. Porque en una dieta equilibrada y un congelador bien organizado, los congelados pueden ser grandes aliados, también en términos nutricionales.

¿Qué pasa con los nutrientes al congelar?

Uno de los mayores temores de las familias al elegir productos congelados es la posible pérdida de nutrientes. Sin embargo, diversos estudios científicos han demostrado que los alimentos congelados mantienen su valor nutricional de forma muy similar —y en algunos casos incluso mejor— que los alimentos frescos.

Cuando se recolecta una fruta, verdura o se procesa un pescado, comienza inmediatamente un proceso de degradación nutricional, especialmente si pasa tiempo antes de consumirlo. En cambio, los alimentos que se congelan de forma rápida, justo después de su recolección o captura, detienen ese proceso de deterioro y preservan sus nutrientes.

Por ejemplo, la espinaca congelada puede contener incluso más vitamina C que la espinaca “fresca” que ha pasado varios días en el transporte y la estantería del supermercado. En el caso del pescado, la congelación permite mantener la calidad proteica, los ácidos grasos omega-3 y los minerales intactos.

¿Y qué hay del sabor y la textura?

Es cierto que algunos productos frescos tienen una textura más crujiente o delicada, especialmente cuando se consumen en crudo, como en ensaladas. Pero muchos alimentos congelados están pensados para cocinarse, y en ese caso, se procesan para que las diferencias sean mínimas. Si se descongelan y cocinan correctamente, no notarás la diferencia.

Además, gracias a las técnicas actuales de congelación rápida (como el ultracongelado), se minimiza la formación de cristales de hielo y se conserva mejor la estructura celular del alimento.

Beneficios adicionales de los congelados

1. Ahorro de tiempo: Los productos congelados están limpios, pelados, troceados o precocinados, listos para usar en cuestión de minutos. Perfecto para familias con poco tiempo entre semana.

2. Menos desperdicio alimentario: Al poder usar solo la cantidad necesaria y conservar el resto, se reduce el desperdicio. También duran más tiempo en el congelador sin perder calidad.

3. Seguridad alimentaria: La congelación detiene el crecimiento de bacterias, lo que convierte a los congelados en una opción segura cuando se mantienen bien almacenados.

4. Disponibilidad todo el año: Puedes disfrutar de productos fuera de temporada sin renunciar a su sabor ni valor nutricional.

Cómo aprovechar mejor los alimentos congelados

• Asegúrate de no romper la cadena de frío desde la compra hasta tu congelador.
• Etiqueta los alimentos que congeles con la fecha y el contenido.
• No vuelvas a congelar un producto que ya ha sido descongelado.
• Usa recipientes adecuados (preferiblemente rectangulares y de vidrio) para conservar los alimentos correctamente.

Los alimentos congelados son una alternativa muy válida, segura y nutritiva a los productos frescos. Incorporarlos en la dieta familiar permite mantener una alimentación variada, saludable y adaptada al ritmo de vida actual. En nuestra tienda de congelados te ofrecemos productos de alta calidad, congelados con rapidez y bajo estrictos controles para conservar todo su sabor y valor nutricional.

Así que la próxima vez que tengas dudas frente a la sección de congelados, recuerda: la frescura también puede estar en frío.

Congelados Dil. Congelados Selectos desde 1967 (Castellón - Valencia).